Antes de nada, vamos a aclarar qué significa “mempool”. El mempool, que corresponde a memory pool, es el área de almacenamiento temporal donde los nodos de la blockchain guardan las transacciones que aún no han sido confirmadas. En la práctica, cuando envías una transacción a la red de Bitcoin, esta primero entra en el mempool de distintos nodos, donde espera a que los mineros la incluyan en un nuevo bloque. Cada nodo conserva su propio mempool, y su contenido puede variar porque los nodos reciben las transacciones en momentos distintos y cuentan con diferentes parámetros de configuración de memoria.

Fuente: https://mempool.space/
Los últimos datos muestran que el mempool de la red de Bitcoin está prácticamente vacío. Diversos medios han destacado que este nivel extremadamente bajo de transacciones pendientes es señal de una demanda on-chain muy débil. La comunidad de criptomonedas ha mostrado gran interés por este fenómeno, ya que en periodos de elevada actividad o congestión de la red, el mempool suele llenarse con una gran cantidad de transacciones sin confirmar.
¿Por qué el mempool está tan vacío? Algunos analistas lo atribuyen directamente al descenso brusco en la actividad de los inversores minoristas. Cuando cae la actividad minorista, las transacciones on-chain disminuyen y, por tanto, entran menos operaciones nuevas en el mempool. Además, el mercado podría estar a la espera: muchos usuarios prefieren no mover fondos hasta que se produzcan eventos clave o se registre volatilidad en el precio.
Junto a la caída de las transacciones, hay riesgos técnicos que conviene tener en cuenta. BitMEX Research ha señalado que algunos operadores de nodos están considerando desactivar la función mempool. Si bien esto permite ahorrar memoria, conlleva riesgos: los nodos podrían dejar de retransmitir todas las transacciones pendientes. Esta situación podría poner en peligro la naturaleza descentralizada de Bitcoin y ralentizar la confirmación de las transacciones. Estas conversaciones reflejan que, ante la bajada de actividad on-chain, los operadores de nodos priorizan la optimización de recursos y vigilan más la estabilidad de la red.
Más preocupante aún es que la red de Bitcoin ha registrado hace poco un intervalo de bloque que supera los 77 minutos, según los datos del mempool. Lo habitual es que Bitcoin genere un bloque nuevo aproximadamente cada 10 minutos. Estos tiempos prolongados pueden indicar una menor participación de los mineros, cambios en la actividad de minería o inestabilidad en la tasa de hash.
El mempool casi vacío de Bitcoin pone en evidencia la baja actividad on-chain y la escasa intervención minorista. Asimismo, los cambios en la configuración de los nodos y los intervalos de bloque irregulares subrayan riesgos latentes en la red en épocas de baja demanda. Si la actividad de transacciones aumenta, el mempool volverá a llenarse con nuevas transacciones. Sin embargo, si los operadores de nodos continúan desactivando la función mempool para optimizar recursos, la descentralización de la red podría verse comprometida con el tiempo. Seguir de cerca estas tendencias permite a los usuarios valorar la salud de la red, los tiempos de confirmación y la estructura de comisiones.





