En los últimos años, el auge de los estándares FATF, los requisitos KYC de los exchanges y las herramientas de monitorización on-chain casi ha dejado obsoletas las monedas de privacidad. Sin embargo, en octubre de 2025, un repunte inesperado devolvió protagonismo a una narrativa olvidada: Zcash (ZEC) se disparó hasta los 440 $, convirtiéndose en uno de los criptoactivos más controvertidos y representativos de la memoria reciente.
El espectacular repunte de Zcash se desató por un único tuit. A principios de octubre, el inversor de Silicon Valley Naval Ravikant afirmó en X (anteriormente Twitter): “Zcash es un seguro frente a Bitcoin.” La comunidad amplificó rápidamente el mensaje, dando pie a una ola de entrada de capital. Poco después, el cofundador de BitMEX, Arthur Hayes, sentenció: “Este tren no se puede detener.”

(Fuente: naval)
Mientras Hayes hacía la impactante previsión de que ZEC podría llegar a los 10 000 $, lo verdaderamente relevante fue el renovado protagonismo de la privacidad como narrativa dominante del mercado. En una época donde cada transacción es on-chain y la actividad de las wallets es pública, invocar el “seguro” es una reflexión sobre la esencia del cripto en un entorno regulado.

(Fuente: CryptoHayes)
Zcash utiliza pruebas de conocimiento cero (zk-SNARKs) para crear un registro basado en la transparencia selectiva. Este modelo ofrece dos grandes innovaciones directamente ligadas a la transparencia selectiva:
Este sistema verificable pero no rastreable permite a Zcash equilibrar la libertad tecnológica con el potencial de cumplimiento regulatorio. En vez de esquivar la regulación, plantea una solución estructural nueva, permitiendo que una capa de privacidad coexista dentro de una blockchain pública.
El sólido desempeño de ZEC evidencia la reevaluación por parte del mercado de la tecnología de pruebas de conocimiento cero. Tradicionalmente, ZK se percibía como una herramienta de escalabilidad de Capa 2, pero hoy su valor se está desplazando desde la eficiencia hacia los derechos individuales.
En una sociedad on-chain donde los datos son un activo y la identidad es rastreable, la “privacidad verificable” se ha convertido en un recurso escaso. Gracias a la arquitectura zk-SNARKs de Zcash, esa escasez puede medirse y negociarse. No es solo un protocolo de privacidad; constituye un marco filosófico para la autonomía on-chain.
Además de la reevaluación de su valor tecnológico, los fundamentales de ZEC han alcanzado un punto de inflexión en la oferta. Tras el último halving de recompensas por bloque, el suministro circulante de Zcash ha disminuido notablemente. Cuando narrativa y demanda crecen de la mano, la escasez aumenta el precio de forma natural. Esta dinámica recuerda a los primeros ciclos de halving de Bitcoin: la narrativa configura la percepción, la percepción alimenta la demanda y la demanda eleva el precio. Gracias a este ciclo, ZEC ha recuperado su relevancia en el mercado y se ha redefinido como el activo que encarna los derechos de privacidad.
El ascenso de Zcash demuestra que la privacidad no ha desaparecido, sino que ha quedado relegada bajo el consenso transparente. A medida que la tecnología ZK avanza, está abriendo el camino para que la privacidad vuelva a estar en el centro del mercado, no como desafío regulatorio, sino como intermediario tecnológico alineado con la normativa y capaz de reconstruir la confianza.
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A medida que los ZK-rollups, las soluciones de Capa 2 orientadas a la privacidad y las stablecoins respaldadas por fiat confluyen, estamos ante el inicio de una nueva era de finanzas de conocimiento cero. Este repunte de ZEC trasciende el movimiento de mercado: inaugura la próxima etapa de Web3, donde el foco pasa del rendimiento DeFi a la libertad de los datos.





