Voy a crear un culto.

Llámalo "Grupo de Apoyo Emocional para Chicos Sin Padres" para atraer a hombres emocionalmente vulnerables, prometiendo brindar a todos las experiencias paternas que se perdieron.

Introduciendo gradualmente contribuciones financieras comenzando con "gastos grupales" modestos que escalan para asegurar que se sientan obligados a apoyar la causa a medida que su inversión emocional se profundiza.

Crear un ciclo de dependencia financiera donde su sentido de pertenencia está ligado a su disposición a dar más, haciéndolos sentir culpables si no pueden contribuir lo suficiente.

Luego les hacemos jurar lealtad a nosotros, los aislamos al exigirles que recluten a familiares y amigos o arriesgarse a perder el contacto con ellos por completo.

Empújalos a endeudarse para el beneficio del grupo hasta que estén emocional y financieramente agotados, al borde del suicidio y completamente dependientes de nuestro control.

¿Quién está dentro?