Jared Isaacman está impulsando una agenda ambiciosa: apuntar a misiones a Marte y la Luna, manteniendo la responsabilidad fiscal, prolongar la vida operativa de la estación espacial más allá de 2030 y transformar la agencia en una potencia autosuficiente con financiamiento propio. La tecnología de propulsión nuclear ocupa la primera posición en su lista de prioridades. Está apostando por atraer a ingenieros y científicos de élite, mientras utiliza las plataformas sociales para despertar la curiosidad de la próxima generación sobre la exploración espacial. ¿La visión? Redefinir lo que es posible dentro de límites financieros realistas.