Hay una situación irónica en juego: la moneda de privacidad que realmente funciona como se anuncia no está viendo aumentos de precio. ¿Por qué? Ha sido deslistada de las principales plataformas centralizadas precisamente porque sus características de privacidad funcionan demasiado bien para la comodidad de los reguladores. Ahora estamos viendo a personas que de repente defienden la privacidad en las criptomonedas, sin embargo, no tocarán monedas que requieren acceder a lugares descentralizados o navegar por barreras de entrada más altas. La verdadera prueba de convicción no es hablar sobre la privacidad, es si estás dispuesto a saltar a través de aros para adquirir activos que realmente la ofrecen. Parece que la mayoría prefiere la conveniencia del cumplimiento en lugar del compromiso con los principios.