Sam Altman: OpenAI asume sus propias ganancias y pérdidas, no busca respaldo gubernamental
El 7 de noviembre, el CEO de OpenAI, Sam Altman, habló públicamente para aclarar que su empresa no busca ni desea que el gobierno garantice préstamos para sus centros de datos.
Altman afirmó que el gobierno no debería decidir qué empresas son ganadoras o perdedoras, y que el dinero de los contribuyentes no debe usarse para rescatar a aquellas compañías que toman malas decisiones comerciales.
Esta declaración de Altman busca responder a las dudas recientes del mercado respecto a las declaraciones de su director financiero sobre la posibilidad de financiamiento gubernamental. Él enfatizó que #OpenAI debe ser responsable de su propio éxito o fracaso, y expresó: “Si lo hacemos mal y no podemos arreglarlo, deberíamos fracasar, así funciona el capitalismo”.
Aunque descartó la posibilidad de que el gobierno garantice sus proyectos, Altman propuso un modelo alternativo de infraestructura pública. También consideró que, basándose en intereses estratégicos nacionales, el gobierno podría aprovechar bajos costos de capital para construir infraestructura de IA con gran capacidad de cálculo, cuyos beneficios serían para el gobierno y no para empresas privadas.
Aclarando el papel del gobierno, Altman estimó que OpenAI tendrá ingresos anuales superiores a 20 mil millones de dólares en 2025 y alcanzará varios billones de dólares en 2030; para sostener este crecimiento, planea invertir aproximadamente 1.4 billones de dólares en infraestructura en los próximos ocho años.
Estos fondos se destinarán a construir capacidades de cálculo que soporten futuras aplicaciones de IA y avances científicos. Altman mencionó que, para mantener el crecimiento de ingresos, también podrían recurrir a financiamiento mediante acciones o emisión de deuda.
Además, Altman subrayó que OpenAI solo ha discutido con el gobierno de EE. UU. sobre garantías de préstamos para la construcción de fábricas de semiconductores (fábricas de chips), con el objetivo de nacionalizar la cadena de suministro, generar empleo, industrializar y fortalecer la posición estratégica de EE. UU., pero esto es completamente diferente de que el gobierno garantice centros de datos con fines lucrativos privados.
Estas aclaraciones de Altman coinciden con las recientes declaraciones de su director financiero, quien mencionó el “apoyo” del gobierno en relación con financiamiento, lo que generó preocupaciones entre los inversores sobre una posible burbuja en la industria de IA y altos retornos de inversión.
El mismo día, David Sacks, responsable de IA y criptomonedas en la Casa Blanca, afirmó que “el gobierno federal no rescatará a la IA”, reafirmando la postura oficial.
En resumen, la declaración de Altman busca dejar claro al mercado y al gobierno que OpenAI está dispuesto a asumir los riesgos financieros asociados a su expansión a gran escala y a someterse a la evaluación del mercado.
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Sam Altman: OpenAI asume sus propias ganancias y pérdidas, no busca respaldo gubernamental
El 7 de noviembre, el CEO de OpenAI, Sam Altman, habló públicamente para aclarar que su empresa no busca ni desea que el gobierno garantice préstamos para sus centros de datos.
Altman afirmó que el gobierno no debería decidir qué empresas son ganadoras o perdedoras, y que el dinero de los contribuyentes no debe usarse para rescatar a aquellas compañías que toman malas decisiones comerciales.
Esta declaración de Altman busca responder a las dudas recientes del mercado respecto a las declaraciones de su director financiero sobre la posibilidad de financiamiento gubernamental. Él enfatizó que #OpenAI debe ser responsable de su propio éxito o fracaso, y expresó: “Si lo hacemos mal y no podemos arreglarlo, deberíamos fracasar, así funciona el capitalismo”.
Aunque descartó la posibilidad de que el gobierno garantice sus proyectos, Altman propuso un modelo alternativo de infraestructura pública. También consideró que, basándose en intereses estratégicos nacionales, el gobierno podría aprovechar bajos costos de capital para construir infraestructura de IA con gran capacidad de cálculo, cuyos beneficios serían para el gobierno y no para empresas privadas.
Aclarando el papel del gobierno, Altman estimó que OpenAI tendrá ingresos anuales superiores a 20 mil millones de dólares en 2025 y alcanzará varios billones de dólares en 2030; para sostener este crecimiento, planea invertir aproximadamente 1.4 billones de dólares en infraestructura en los próximos ocho años.
Estos fondos se destinarán a construir capacidades de cálculo que soporten futuras aplicaciones de IA y avances científicos. Altman mencionó que, para mantener el crecimiento de ingresos, también podrían recurrir a financiamiento mediante acciones o emisión de deuda.
Además, Altman subrayó que OpenAI solo ha discutido con el gobierno de EE. UU. sobre garantías de préstamos para la construcción de fábricas de semiconductores (fábricas de chips), con el objetivo de nacionalizar la cadena de suministro, generar empleo, industrializar y fortalecer la posición estratégica de EE. UU., pero esto es completamente diferente de que el gobierno garantice centros de datos con fines lucrativos privados.
Estas aclaraciones de Altman coinciden con las recientes declaraciones de su director financiero, quien mencionó el “apoyo” del gobierno en relación con financiamiento, lo que generó preocupaciones entre los inversores sobre una posible burbuja en la industria de IA y altos retornos de inversión.
El mismo día, David Sacks, responsable de IA y criptomonedas en la Casa Blanca, afirmó que “el gobierno federal no rescatará a la IA”, reafirmando la postura oficial.
En resumen, la declaración de Altman busca dejar claro al mercado y al gobierno que OpenAI está dispuesto a asumir los riesgos financieros asociados a su expansión a gran escala y a someterse a la evaluación del mercado.