Elon Musk anuncia que Tesla ingresará en el campo de los chips de IA, con planes de construir una gran fábrica con una capacidad mensual de millones de unidades
El 7 de noviembre, Elon Musk, CEO de Tesla, anunció en su asamblea de accionistas que, para respaldar la tecnología de conducción autónoma, está considerando construir una "Fábrica Tesla de Chips de IA" (una planta de chips de IA a gran escala), con una capacidad mensual de 1 millón de unidades.
Musk declaró públicamente que actualmente Tesla está colaborando con TSMC y Samsung, pero no descarta colaborar con Intel, marcando un paso clave hacia la autonomía en capacidad de cálculo.
Elon Musk admitió que, incluso considerando las mejores predicciones de los proveedores, la capacidad de producción de sus chips aún no será suficiente para satisfacer las futuras necesidades de Tesla. Enfatizó: "Debemos construir una gran fábrica de chips, esto es algo que debemos hacer."
Este cambio estratégico tiene como objetivo proporcionar soporte de cálculo central para su sistema de conducción totalmente autónoma (FSD) y su plan de taxis robot. Tesla actualmente está diseñando su quinta generación de chips de IA (AI5), con una producción a pequeña escala prevista para 2026 y una producción en masa para 2027. La próxima generación, el chip AI6, está planificada para comenzar su producción en masa en 2028, con un rendimiento estimado que duplicará el actual.
En la asamblea, Musk reveló a los accionistas que: "Quizás colaboremos con Intel. Aún no hemos firmado ningún acuerdo, pero podría valer la pena discutirlo." Esta declaración impulsó las acciones de Intel en un 4% en las operaciones posteriores al cierre.
Para Intel, que actualmente se encuentra en desventaja frente a Nvidia en la competencia de chips de IA, convertirse en socio de fabricación para Tesla sería una oportunidad de gran escala. Además, el gobierno de EE. UU. ha adquirido recientemente un 10% de las acciones de Intel, lo que añade un significado estratégico a esta posible colaboración.
Musk también estableció metas tecnológicas muy ambiciosas para estos chips propios, con un consumo de energía estimado en solo un tercio del de la GPU flagship de Nvidia, Blackwell, y un costo de fabricación que sería solo una décima parte del de esta. Si logra esto, Tesla obtendría ventajas significativas en costos y eficiencia energética.
Por otra parte, los accionistas aprobaron un plan de compensación para Musk valorado en 1 billón de dólares en los próximos diez años, lo cual sin duda apoya su visión de transformar a Tesla de un fabricante de vehículos eléctricos en un gigante en inteligencia artificial y robótica.
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Elon Musk anuncia que Tesla ingresará en el campo de los chips de IA, con planes de construir una gran fábrica con una capacidad mensual de millones de unidades
El 7 de noviembre, Elon Musk, CEO de Tesla, anunció en su asamblea de accionistas que, para respaldar la tecnología de conducción autónoma, está considerando construir una "Fábrica Tesla de Chips de IA" (una planta de chips de IA a gran escala), con una capacidad mensual de 1 millón de unidades.
Musk declaró públicamente que actualmente Tesla está colaborando con TSMC y Samsung, pero no descarta colaborar con Intel, marcando un paso clave hacia la autonomía en capacidad de cálculo.
Elon Musk admitió que, incluso considerando las mejores predicciones de los proveedores, la capacidad de producción de sus chips aún no será suficiente para satisfacer las futuras necesidades de Tesla. Enfatizó: "Debemos construir una gran fábrica de chips, esto es algo que debemos hacer."
Este cambio estratégico tiene como objetivo proporcionar soporte de cálculo central para su sistema de conducción totalmente autónoma (FSD) y su plan de taxis robot. Tesla actualmente está diseñando su quinta generación de chips de IA (AI5), con una producción a pequeña escala prevista para 2026 y una producción en masa para 2027. La próxima generación, el chip AI6, está planificada para comenzar su producción en masa en 2028, con un rendimiento estimado que duplicará el actual.
En la asamblea, Musk reveló a los accionistas que: "Quizás colaboremos con Intel. Aún no hemos firmado ningún acuerdo, pero podría valer la pena discutirlo." Esta declaración impulsó las acciones de Intel en un 4% en las operaciones posteriores al cierre.
Para Intel, que actualmente se encuentra en desventaja frente a Nvidia en la competencia de chips de IA, convertirse en socio de fabricación para Tesla sería una oportunidad de gran escala. Además, el gobierno de EE. UU. ha adquirido recientemente un 10% de las acciones de Intel, lo que añade un significado estratégico a esta posible colaboración.
Musk también estableció metas tecnológicas muy ambiciosas para estos chips propios, con un consumo de energía estimado en solo un tercio del de la GPU flagship de Nvidia, Blackwell, y un costo de fabricación que sería solo una décima parte del de esta. Si logra esto, Tesla obtendría ventajas significativas en costos y eficiencia energética.
Por otra parte, los accionistas aprobaron un plan de compensación para Musk valorado en 1 billón de dólares en los próximos diez años, lo cual sin duda apoya su visión de transformar a Tesla de un fabricante de vehículos eléctricos en un gigante en inteligencia artificial y robótica.