A partir del 3 de noviembre, el espacio DeFi sufrió un golpe serio. Stream Finance reveló una pérdida masiva de $93 millones y congeló inmediatamente todas las operaciones de depósito y retiro. ¿El efecto dominó? La liquidez DeFi comenzó a drenarse rápidamente. No se trata solo de un pequeño tropiezo del protocolo, estamos hablando de un agujero de nueve cifras que está sacudiendo la confianza en toda la plataforma de finanzas descentralizadas. Cuando una plataforma bloquea a los usuarios mientras pierde tanto capital, surgen preguntas sobre la gestión de riesgos en todo el ecosistema. La crisis de liquidez es real, y los proyectos están sintiendo la presión.