Este año ha sido brutal para las empresas de EE. UU. Un asombroso total de 655 grandes empresas estadounidenses se declararon en bancarrota, alcanzando un pico de 15 años, según los nuevos números de S&P Global. Eso no es solo una estadística. Es una señal. Las presiones económicas están aumentando, la liquidez se está restringiendo y los mercados tradicionales están agrietándose bajo la tensión. Cuando las corporaciones tradicionales colapsan a este ritmo, los flujos de capital cambian. ¿Parte de ellos? Encuentra su camino hacia activos alternativos.