Desde un niño en Omaha hasta el profeta del mundo, Buffett demuestra que el éxito no es suerte, sino hábito.
Los hábitos son la mejor inversión en la vida.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
De chicle a imperio global
Desde un niño en Omaha hasta el profeta del mundo, Buffett demuestra que el éxito no es suerte, sino hábito.
Los hábitos son la mejor inversión en la vida.