Los datos de empleo no agrícola no son simplemente ruido, sino una señal típica de la fase intermedia de un “suave aterrizaje”.
La razón principal por la que estos datos de empleo no agrícola generan debates de discrepancia es que al mismo tiempo ofrecen dos señales: “aún en expansión” y “en enfriamiento”. La creación de 64,000 empleos en noviembre superó las expectativas, lo que indica que las empresas no están despidiendo en masa; pero la tasa de desempleo subió al 4.6% y la cifra de octubre fue revisada a la baja, lo que claramente apunta a una demanda de mano de obra que se está debilitando marginalmente. Esta combinación no es inusual, sino que más bien se asemeja a una fase intermedia en la que la economía vuelve de un sobrecalentamiento a un equilibrio.
Si esto fuera ruido, normalmente se reflejaría en una volatilidad extrema en un solo indicador; pero lo que estamos viendo ahora son múltiples indicadores que muestran una “reducción de velocidad” en la misma dirección, incluyendo una desaceleración en el crecimiento salarial, revisiones a la baja de datos anteriores y un aumento en la tasa de desempleo. Esto indica que el problema no es un error estadístico, sino que las decisiones de contratación de las empresas se están volviendo más cautelosas.
Desde la perspectiva de la Reserva Federal, esto es precisamente el resultado que más desean ver: la economía no colapsa, la presión inflacionaria se alivia y el empleo ya no está en sobrecalentamiento. Por lo tanto, en lugar de considerarlo una señal de recesión, es mejor verlo como una “reducción natural tras la efectividad de las políticas”.
Para el mercado, este tipo de datos generalmente no generan pánico, sino que debilitan las razones para seguir con la política de endurecimiento. Lo que más temen los mercados de criptomonedas es la incertidumbre política, y ahora esa incertidumbre está disminuyendo.
Esto se asemeja más a una señal de fase en una tendencia que a un ruido aislado.
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#非农数据超预期
Los datos de empleo no agrícola no son simplemente ruido, sino una señal típica de la fase intermedia de un “suave aterrizaje”.
La razón principal por la que estos datos de empleo no agrícola generan debates de discrepancia es que al mismo tiempo ofrecen dos señales: “aún en expansión” y “en enfriamiento”. La creación de 64,000 empleos en noviembre superó las expectativas, lo que indica que las empresas no están despidiendo en masa; pero la tasa de desempleo subió al 4.6% y la cifra de octubre fue revisada a la baja, lo que claramente apunta a una demanda de mano de obra que se está debilitando marginalmente. Esta combinación no es inusual, sino que más bien se asemeja a una fase intermedia en la que la economía vuelve de un sobrecalentamiento a un equilibrio.
Si esto fuera ruido, normalmente se reflejaría en una volatilidad extrema en un solo indicador; pero lo que estamos viendo ahora son múltiples indicadores que muestran una “reducción de velocidad” en la misma dirección, incluyendo una desaceleración en el crecimiento salarial, revisiones a la baja de datos anteriores y un aumento en la tasa de desempleo. Esto indica que el problema no es un error estadístico, sino que las decisiones de contratación de las empresas se están volviendo más cautelosas.
Desde la perspectiva de la Reserva Federal, esto es precisamente el resultado que más desean ver: la economía no colapsa, la presión inflacionaria se alivia y el empleo ya no está en sobrecalentamiento. Por lo tanto, en lugar de considerarlo una señal de recesión, es mejor verlo como una “reducción natural tras la efectividad de las políticas”.
Para el mercado, este tipo de datos generalmente no generan pánico, sino que debilitan las razones para seguir con la política de endurecimiento. Lo que más temen los mercados de criptomonedas es la incertidumbre política, y ahora esa incertidumbre está disminuyendo.
Esto se asemeja más a una señal de fase en una tendencia que a un ruido aislado.