De jardines amurallados a redes abiertas: por qué Web2 está perdiendo su control

Cada día, miles de millones de personas navegan por Facebook, buscan en Google o compran en Amazon sin darse cuenta de que la misma empresa que proporciona el servicio también posee todo lo que crean en él. Este control centralizado ha provocado una reacción en contra. Encuestas recientes muestran que aproximadamente el 75% de los estadounidenses creen que las grandes corporaciones tecnológicas ejercen un poder excesivo sobre internet, mientras que el 85% sospechan que estas empresas están monitoreando sus actividades. La insatisfacción ha despertado interés en un enfoque fundamentalmente diferente para construir la web—uno donde los usuarios recuperen la propiedad de sus datos y presencia digital.

El viaje de Internet: de solo lectura a lectura-escritura y a lectura-escritura-posesión

Para entender por qué Web3 importa, ayuda trazar cómo llegamos aquí.

Web1: Los inicios del intercambio de información

En 1989, el científico informático británico Tim Berners-Lee inventó la primera versión de la World Wide Web como una herramienta para que los investigadores del CERN intercambiaran información entre computadoras. A lo largo de los años 90, a medida que internet se expandía, Web1 permaneció en gran medida estática. Los usuarios podían visitar páginas y seguir enlaces—muy parecido a navegar por una enciclopedia en línea—pero no podían interactuar fácilmente con el contenido ni contribuir a él. Este internet de “solo lectura” funcionaba bien para acceder a información, pero ofrecía poco espacio para la participación.

Web2: La era de la participación del usuario (y del dominio corporativo)

Todo cambió a mediados de los 2000. Plataformas como YouTube, Reddit y Amazon introdujeron herramientas que facilitaban que las personas comunes crearan contenido—videos, comentarios, publicaciones y reseñas. De repente, la web se volvió “lectura y escritura”, empoderando a miles de millones a participar en lugar de solo consumir.

Pero hay una trampa: cada foto, video y palabra que las personas publican vive en servidores propiedad de gigantes tecnológicos. Meta y Alphabet han construido imperios ofreciendo servicios gratuitos mientras monetizan los datos de los usuarios a través de la publicidad. Google y Facebook juntas generan aproximadamente entre el 80 y 90% de sus ingresos anuales con anuncios dirigidos a usuarios cuyo comportamiento rastrean implacablemente. Este modelo web2 hace que la experiencia sea fluida y fácil de usar, pero a costa de entregar información personal. Los usuarios crearon el contenido que hizo valiosas estas plataformas, pero no poseen ninguno de ellos.

Web3: Reconstruyendo la web en torno a la propiedad

A partir de finales de los 2000, Bitcoin introdujo una tecnología radicalmente diferente—la blockchain—que permitía a desconocidos realizar transacciones sin una autoridad central. En 2015, Vitalik Buterin lanzó Ethereum, añadiendo “contratos inteligentes” que podían automatizar acuerdos complejos sin intermediarios. Estas tecnologías inspiraron a los desarrolladores a plantearse una pregunta provocadora: ¿y si la web misma pudiera ser descentralizada?

Gavin Wood, fundador de la blockchain Polkadot, acuñó el término “Web3” para describir esta visión—un cambio de la web controlada por corporaciones a una red abierta donde los usuarios tienen el poder. El objetivo: transformar el modelo de “lectura-escritura” de web2 en “lectura-escritura-posesión”, donde realmente controles tus activos digitales e identidad.

Web2 vs. Web3: Dónde están las verdaderas diferencias

Propiedad y Control
En las plataformas web2, las corporaciones poseen tu contenido. Puedes eliminar tu cuenta, pero ellas conservan los datos. Las aplicaciones descentralizadas (dApps) que funcionan en redes blockchain donde los usuarios mantienen claves criptográficas de su propio contenido—verdadera propiedad, no permiso.

Gobernanza
Las decisiones en web2 fluyen de arriba hacia abajo: ejecutivos e inversores deciden qué cambios se implementan. Los proyectos web3 suelen usar Organizaciones Autónomas Descentralizadas (DAO), donde los titulares de tokens votan sobre mejoras y propuestas. Es más lento, pero más democrático.

Puntos únicos de fallo
Cuando AWS de Amazon se cayó en 2020 y 2021, cientos de sitios web de web2—The Washington Post, Coinbase, Disney+—se derrumbaron al instante. Una blockchain con miles de nodos puede perder algunos y seguir operando. Ningún servidor único puede derribar todo el sistema.

Interfaz de usuario y facilidad de acceso
Web2 está diseñado para la conveniencia. Haces clic en un botón, inicias sesión con un correo electrónico y comienzas a usar la plataforma inmediatamente. Web3 requiere descargar una billetera cripto, respaldar frases semilla y aprender terminología blockchain. Para usuarios no técnicos, sigue siendo intimidante.

Los verdaderos trade-offs: lo que ganas y lo que pierdes

Ventajas de Web2:

  • Diseño centralizado que permite escalabilidad rápida y decisiones ágiles
  • Interfaces familiares que cualquiera puede navegar en segundos
  • Procesamiento instantáneo de transacciones en servidores centrales potentes
  • Autoridad clara para resolver disputas

Liabilidades de Web2:

  • Erosión de la privacidad a medida que las empresas monitorean y monetizan el comportamiento
  • Vulnerabilidades sistémicas cuando falla la infraestructura principal
  • Riesgos de censura sin procesos de apelación garantizados
  • Los usuarios generan valor, pero no capturan ninguna de las ganancias

Ventajas de Web3:

  • Resistencia a la censura mediante descentralización
  • Propiedad verdadera de activos sin intermediarios que cobren comisiones
  • Código transparente y auditable en blockchains públicas
  • Participación del usuario en decisiones de gobernanza

Desafíos de Web3:

  • Curva de aprendizaje pronunciada que involucra billeteras, claves y mecánicas blockchain
  • Tarifas de gas por cada transacción (aunque algunas cadenas cuestan fracciones de centavos)
  • Ciclos de desarrollo más lentos debido a requisitos de votación
  • Interfaces de usuario aún menos pulidas que las plataformas web2 establecidas
  • Tecnología experimental con riesgos reales para los primeros adoptantes

Comenzando hoy con Web3

La infraestructura existe. Si quieres explorar, empieza descargando una billetera compatible con la blockchain que elijas—MetaMask o Coinbase Wallet para Ethereum, Phantom para Solana. Visita plataformas como dAppRadar o DeFiLlama para navegar por proyectos activos en juegos, NFTs y DeFi. Haz clic en “Conectar billetera”, aprueba la conexión, y ya estás en web3.

La transición de web2 a una alternativa descentralizada no sucederá de la noche a la mañana. Pero a medida que las herramientas mejoren y más personas experimenten los beneficios de la propiedad real, el impulso seguirá creciendo. La pregunta no es si Web3 reemplazará a web2—es cómo estos dos modelos coexistirán eventualmente a medida que los usuarios exijan más control sobre internet que construyen juntos.

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