El Banco Central de Japón decidió aumentar las tasas de interés en la reunión de diciembre, lo que podría romper por completo una era de extrema flexibilización que ha durado más de 20 años, causando temblores en los mercados financieros globales.

La causa raíz es en realidad muy clara: la economía japonesa finalmente ha salido del foso de la deflación. Los salarios han subido y los precios también, formando un ciclo positivo; las tasas de interés ya deberían haber regresado a su trayectoria normal.

El verdadero riesgo está aquí: el tamaño de los fondos que utilizan el yen para realizar operaciones de arbitraje en todo el mundo alcanza varios billones de dólares. En otras palabras, se trata de pedir prestado yenes a bajo interés para invertir en activos de alta rentabilidad en el extranjero, y este método ha generado bastantes ganancias en los últimos años. Pero una vez que el yen se aprecie y las tasas de interés suban, este juego tendrá que operar en sentido inverso: cierre masivo de posiciones y ventas desenfrenadas.

Los activos con mayor liquidez serán los primeros en sufrir. El sector tecnológico de las acciones estadounidenses y activos de alta liquidez como el bitcoin podrían enfrentar el primer impacto. Los mercados asiáticos también deben estar atentos.

Para nosotros, los traders, lo que hay que hacer en esta etapa es estar siempre atentos a los cambios en la liquidez y estar psicológicamente preparados para enfrentar la volatilidad. Podría ser una buena idea considerar aumentar la asignación de algunos activos refugio, para dejarse una salida.