Con el mismo mercado frente a nosotros, los resultados son completamente diferentes. Algunos han perdido todo su capital en este ciclo, mientras que otros mantienen en su billetera un volumen de siete cifras.

En pocas palabras, esta diferencia no radica en si el mercado está bien o mal, ni en cuán preciso es el momento de entrada. La verdadera línea divisoria está en si se ha hecho una buena gestión de riesgos y si se ha mantenido la disciplina de trading.

Las personas que saben controlar el riesgo de una sola operación viven con estabilidad en un mercado volátil. No se retiran por completo debido a un error de juicio. En cambio, aquellos con una mentalidad de all-in, tan pronto como apuestan en la dirección incorrecta una vez, quedan completamente fuera.

El mercado siempre está ahí, y las oportunidades también siempre están ahí. Pero si puedes sobrevivir hasta ver la próxima oportunidad, eso depende de tu conciencia de control de riesgos y tu fortaleza mental. Algunas personas no son derrotadas por el mercado, sino por su propia avaricia.