Deja de simpatizar con los millennials y la Generación Z por sus dificultades financieras. Dirige esa preocupación a otro lugar: hacia aquellos que están alcanzando los 50 años. Esta demografía enfrenta una situación económica mucho más precaria, lidiando con presiones de jubilación, costos de atención médica y un poder adquisitivo en deterioro de maneras que las generaciones más jóvenes aún no han experimentado. Mientras que los jóvenes pueden recuperarse de contratiempos con el tiempo y la capitalización, los trabajadores mayores enfrentan un cronograma comprimido con oportunidades limitadas para reconstruir su riqueza. La verdadera ansiedad económica no está con aquellos que apenas están comenzando; está con aquellos que se están quedando sin tiempo.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
Deja de simpatizar con los millennials y la Generación Z por sus dificultades financieras. Dirige esa preocupación a otro lugar: hacia aquellos que están alcanzando los 50 años. Esta demografía enfrenta una situación económica mucho más precaria, lidiando con presiones de jubilación, costos de atención médica y un poder adquisitivo en deterioro de maneras que las generaciones más jóvenes aún no han experimentado. Mientras que los jóvenes pueden recuperarse de contratiempos con el tiempo y la capitalización, los trabajadores mayores enfrentan un cronograma comprimido con oportunidades limitadas para reconstruir su riqueza. La verdadera ansiedad económica no está con aquellos que apenas están comenzando; está con aquellos que se están quedando sin tiempo.