A mediados de diciembre, el Banco Central de Japón tomó una decisión que parecía dura: aumentar la tasa de interés de referencia en 25 puntos base, elevándola al 0.75%, el nivel más alto desde 1995. Según la lógica, esto debería haber provocado una ola de apreciación del yen. ¿Y el resultado? Se desarrolló una trama completamente opuesta.
El yen no solo no se ha recuperado, sino que ha comenzado a devaluarse a un ritmo acelerado. Los datos del mercado del lunes son impactantes: el dólar estadounidense alcanzó brevemente 157.67 yenes, el euro llegó a 184.90 yenes y el franco suizo se acercó a 198.08 yenes. Todos estos son niveles mínimos históricos. Las autoridades japonesas no pueden quedarse de brazos cruzados y han comenzado a hacer declaraciones frecuentes. El vice-ministro de finanzas, Atsushi Mimura, advirtió que la volatilidad del tipo de cambio es "demasiado unilateral y extrema", mientras que el ministro de finanzas, Shunichi Suzuki, también se pronunció, indicando que Tokio actuará contra aquellas "fluctuaciones excesivamente especulativas". El mercado ahora espera ver, una vez que el dólar estadounidense alcance el nivel clave de 160 yenes, es muy probable que el gobierno japonés intervenga nuevamente, como lo hizo en el verano de 2024, cuando vendió alrededor de 100,000 millones de dólares para estabilizar el mercado.
¿Cómo es que el aumento de tasas de interés conduce al colapso del yen? Detrás de esto se esconden tres paradojas del mercado que son desconcertantes.
**Primero, el mercado ya ha digerido el aumento de tasas.** La noche antes del anuncio de la decisión, el mercado de swaps de tasas overnight ya había fijado la probabilidad de este aumento en casi un 100%. Este es un patrón común: el mercado se adelanta, y cuando la noticia real llega, en realidad se convierte en una operación inversa de "comprar expectativas, vender hechos". Aquellos que compraron yenes por adelantado se apresuran a tomar ganancias, y la nueva demanda simplemente no puede sostenerse.
**En segundo lugar, la tasa de interés real de Japón en realidad sigue siendo negativa.** Aunque la tasa nominal ha subido al 0.75%, la tasa de inflación en Japón alcanza el 2.9%, lo que da como resultado una tasa de interés real de aproximadamente -2.15%. Mirando a Estados Unidos, la tasa nominal es del 4.14%, la inflación es del 2.7%, y la tasa de interés real es del +1.44%. La diferencia real entre EE. UU. y Japón supera los 3.5 puntos base—¿cuán grande es esta diferencia? Suficiente para sostener toda una cadena de operaciones de arbitraje. Tomando prestado yenes japoneses baratos, comprando activos en dólares con altas tasas de interés, y esperando que la diferencia de tasas se traduzca en ganancias. Bajo esta tentación, el yen japonés sigue siendo vendido, ¿quién estaría dispuesto a quedarse con el yen japonés?
**El tercer problema radica en la postura dovish del Banco Central de Japón.** Aunque se ha incrementado la tasa de interés esta vez, las declaraciones posteriores del presidente se han vuelto clave. Las señales emitidas por el Banco Central de Japón no son contundentes, y el mercado no tiene altas expectativas de un endurecimiento adicional de la política. En comparación, la firmeza de la Reserva Federal y las posibles expectativas de tasas de interés altas a largo plazo hacen que el dólar parezca más atractivo.
Esta crisis del valor de la moneda refleja un dilema profundo: Japón quiere estabilizar el yen mediante el aumento de la tasa de interés, pero se encuentra atrapado en un estrangulamiento doble de liquidez y diferencial. A nivel nominal actúa, pero en realidad es completamente contrarrestado por la lógica de arbitraje del mercado.
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BlockchainArchaeologist
· hace14h
Banco Central搞笑发言部
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ContractExplorer
· hace14h
No hay solución para el arbitraje del yen.
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NoodlesOrTokens
· hace14h
el yen atrapado
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TokenTherapist
· hace14h
El yen se ha convertido en objeto de burla en el mercado.
A mediados de diciembre, el Banco Central de Japón tomó una decisión que parecía dura: aumentar la tasa de interés de referencia en 25 puntos base, elevándola al 0.75%, el nivel más alto desde 1995. Según la lógica, esto debería haber provocado una ola de apreciación del yen. ¿Y el resultado? Se desarrolló una trama completamente opuesta.
El yen no solo no se ha recuperado, sino que ha comenzado a devaluarse a un ritmo acelerado. Los datos del mercado del lunes son impactantes: el dólar estadounidense alcanzó brevemente 157.67 yenes, el euro llegó a 184.90 yenes y el franco suizo se acercó a 198.08 yenes. Todos estos son niveles mínimos históricos. Las autoridades japonesas no pueden quedarse de brazos cruzados y han comenzado a hacer declaraciones frecuentes. El vice-ministro de finanzas, Atsushi Mimura, advirtió que la volatilidad del tipo de cambio es "demasiado unilateral y extrema", mientras que el ministro de finanzas, Shunichi Suzuki, también se pronunció, indicando que Tokio actuará contra aquellas "fluctuaciones excesivamente especulativas". El mercado ahora espera ver, una vez que el dólar estadounidense alcance el nivel clave de 160 yenes, es muy probable que el gobierno japonés intervenga nuevamente, como lo hizo en el verano de 2024, cuando vendió alrededor de 100,000 millones de dólares para estabilizar el mercado.
¿Cómo es que el aumento de tasas de interés conduce al colapso del yen? Detrás de esto se esconden tres paradojas del mercado que son desconcertantes.
**Primero, el mercado ya ha digerido el aumento de tasas.** La noche antes del anuncio de la decisión, el mercado de swaps de tasas overnight ya había fijado la probabilidad de este aumento en casi un 100%. Este es un patrón común: el mercado se adelanta, y cuando la noticia real llega, en realidad se convierte en una operación inversa de "comprar expectativas, vender hechos". Aquellos que compraron yenes por adelantado se apresuran a tomar ganancias, y la nueva demanda simplemente no puede sostenerse.
**En segundo lugar, la tasa de interés real de Japón en realidad sigue siendo negativa.** Aunque la tasa nominal ha subido al 0.75%, la tasa de inflación en Japón alcanza el 2.9%, lo que da como resultado una tasa de interés real de aproximadamente -2.15%. Mirando a Estados Unidos, la tasa nominal es del 4.14%, la inflación es del 2.7%, y la tasa de interés real es del +1.44%. La diferencia real entre EE. UU. y Japón supera los 3.5 puntos base—¿cuán grande es esta diferencia? Suficiente para sostener toda una cadena de operaciones de arbitraje. Tomando prestado yenes japoneses baratos, comprando activos en dólares con altas tasas de interés, y esperando que la diferencia de tasas se traduzca en ganancias. Bajo esta tentación, el yen japonés sigue siendo vendido, ¿quién estaría dispuesto a quedarse con el yen japonés?
**El tercer problema radica en la postura dovish del Banco Central de Japón.** Aunque se ha incrementado la tasa de interés esta vez, las declaraciones posteriores del presidente se han vuelto clave. Las señales emitidas por el Banco Central de Japón no son contundentes, y el mercado no tiene altas expectativas de un endurecimiento adicional de la política. En comparación, la firmeza de la Reserva Federal y las posibles expectativas de tasas de interés altas a largo plazo hacen que el dólar parezca más atractivo.
Esta crisis del valor de la moneda refleja un dilema profundo: Japón quiere estabilizar el yen mediante el aumento de la tasa de interés, pero se encuentra atrapado en un estrangulamiento doble de liquidez y diferencial. A nivel nominal actúa, pero en realidad es completamente contrarrestado por la lógica de arbitraje del mercado.