El último fondo de capital barato del mundo está desapareciendo, y el mapa del capital se está redibujando en silencio.
El 19 de diciembre fue un día clave: el Banco de Japón aprobó por unanimidad (9:0) un aumento de tasas, elevando la tasa de interés política del 0.5% al 0.75%, el nivel más alto desde 1995. Así, terminó la era de tres décadas de política monetaria ultraexpansiva.
Pero la reacción siguiente es interesante. El mercado no colapsó, sino que subió. El índice Nikkei subió, y el bitcoin, tras caer brevemente a 84000 dólares, se recuperó rápidamente, superando nuevamente los 88000 dólares. Detrás de esta calma, en realidad se insinúa la lógica de una nueva reestructuración del capital global: no es una crisis, sino más bien un punto de inflexión.
**¿Por qué es así? La clave está en que las expectativas ya se han digerido completamente**
No había ninguna duda sobre este aumento de tasas. Antes de la decisión, la probabilidad de un aumento ya alcanzaba entre el 80% y el 90%, y algunos datos incluso mostraban un 98%. Este alto consenso permitió a todos tener suficiente tiempo para prepararse.
En comparación con la "sorpresiva" subida de tasas del Banco de Japón en julio de 2024, cuando Bitcoin se desplomó un 23% en una semana, el impacto fue impresionante. Esta vez es completamente diferente: el desplome ocurrió antes de la decisión del 15 de diciembre, ( con una caída diaria de más del 5% ), pero cuando se anunció oficialmente, el precio comenzó a rebotar.
Este es un ejemplo típico de la tendencia "comprar expectativas, vender hechos". Lo que realmente asusta al mercado no son las malas noticias en sí, sino esa incertidumbre inexplicable. Una vez que se aclara la situación, se convierte en una señal de aumento.
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El último fondo de capital barato del mundo está desapareciendo, y el mapa del capital se está redibujando en silencio.
El 19 de diciembre fue un día clave: el Banco de Japón aprobó por unanimidad (9:0) un aumento de tasas, elevando la tasa de interés política del 0.5% al 0.75%, el nivel más alto desde 1995. Así, terminó la era de tres décadas de política monetaria ultraexpansiva.
Pero la reacción siguiente es interesante. El mercado no colapsó, sino que subió. El índice Nikkei subió, y el bitcoin, tras caer brevemente a 84000 dólares, se recuperó rápidamente, superando nuevamente los 88000 dólares. Detrás de esta calma, en realidad se insinúa la lógica de una nueva reestructuración del capital global: no es una crisis, sino más bien un punto de inflexión.
**¿Por qué es así? La clave está en que las expectativas ya se han digerido completamente**
No había ninguna duda sobre este aumento de tasas. Antes de la decisión, la probabilidad de un aumento ya alcanzaba entre el 80% y el 90%, y algunos datos incluso mostraban un 98%. Este alto consenso permitió a todos tener suficiente tiempo para prepararse.
En comparación con la "sorpresiva" subida de tasas del Banco de Japón en julio de 2024, cuando Bitcoin se desplomó un 23% en una semana, el impacto fue impresionante. Esta vez es completamente diferente: el desplome ocurrió antes de la decisión del 15 de diciembre, ( con una caída diaria de más del 5% ), pero cuando se anunció oficialmente, el precio comenzó a rebotar.
Este es un ejemplo típico de la tendencia "comprar expectativas, vender hechos". Lo que realmente asusta al mercado no son las malas noticias en sí, sino esa incertidumbre inexplicable. Una vez que se aclara la situación, se convierte en una señal de aumento.