En un mercado donde las monedas demoníacas vuelan por todas partes, muy pocos notan otro peligro oculto: la extraña estabilidad del USDD.

El año pasado este activo estuvo a punto de hundirse, pero ahora es tan estable que provoca dudas. Puedes pensar que esto es algo bueno, pero desde otra perspectiva, esta tranquilidad en sí misma es una señal.

El mercado nunca se detiene sin razón. La estrategia de los grandes jugadores ha cambiado, no necesariamente tienen que impulsar el precio. A veces, "dibujar líneas" es suficiente: se crea una falsa expectativa de estabilidad a través del análisis técnico.

El verdadero problema no radica en el USDD en sí, sino en la vinculación ecológica detrás de él. Tron, TRX, innumerables protocolos y aplicaciones han apostado todo en esto. No se trata de una simple fluctuación del precio de la moneda, sino del punto de concentración del riesgo de todo el ecosistema.

Si el desacoplamiento realmente ocurre, el impacto será en cadena e incontrolable. Los actuales signos de recuperación pueden ser solo un silencio antes de afilar el cuchillo.

La clave es: hay que esperar a que llegue la cascada para entender cuán profundo es el riesgo, el costo será demasiado alto. Es momento de reevaluar las posiciones expuestas a este tipo de monedas estables de gran tamaño.