Quedan 45 días para que se rompa el financiamiento del gobierno de EE. UU., y una potencial crisis de cierre grave está en curso. Sin embargo, esta vez, los inversores profesionales de Wall Street parecen estar muy tranquilos: ya han puesto su atención en refugios seguros que no se ven afectados por la Fluctuación política.
¿Qué tan complicada es la verdad de la crisis? Con unos pocos datos se entiende. Los problemas de subsidios de salud se acumulan, el crecimiento económico ha caído al 1.4%, y la inflación aún se mantiene en un alto de 3.1%. La historia nos advierte: la última paralización de 43 días evaporó directamente 15,000 millones de dólares.
Pero la señal más llamativa proviene de las acciones reales del capital. En las 24 horas posteriores al anuncio de la expectativa de paralización, más de 1,9 mil millones de dólares se trasladaron del mercado de bonos del Tesoro de EE. UU. a las stablecoins, lo que equivale a un "voto de desconfianza" de capital global, que se ha dirigido hacia un sistema de liquidación completamente descentralizado.
A continuación, el mercado de criptomonedas podría experimentar tres olas de impacto. Primero, el período de contracción de liquidez antes de la pausa: el índice de volatilidad de las acciones estadounidenses podría dispararse más del 80%, algunos fondos de refugio pueden considerar las stablecoins como activos de transición, y el Bitcoin podría experimentar un aumento de pánico. En segundo lugar, el período de vacío de datos: los datos económicos clave dejan de publicarse, la Reserva Federal se encuentra en una zona ciega de información para tomar decisiones, y los inversores institucionales se ven obligados a referirse a los datos en cadena. Por último, el período de liberación: los datos económicos reemitidos formarán una nueva ola de impacto.
Dicho de manera sencilla, esto no es solo un riesgo político, sino una prueba real para el sistema financiero tradicional ante los activos en cadena.
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Quedan 45 días para que se rompa el financiamiento del gobierno de EE. UU., y una potencial crisis de cierre grave está en curso. Sin embargo, esta vez, los inversores profesionales de Wall Street parecen estar muy tranquilos: ya han puesto su atención en refugios seguros que no se ven afectados por la Fluctuación política.
¿Qué tan complicada es la verdad de la crisis? Con unos pocos datos se entiende. Los problemas de subsidios de salud se acumulan, el crecimiento económico ha caído al 1.4%, y la inflación aún se mantiene en un alto de 3.1%. La historia nos advierte: la última paralización de 43 días evaporó directamente 15,000 millones de dólares.
Pero la señal más llamativa proviene de las acciones reales del capital. En las 24 horas posteriores al anuncio de la expectativa de paralización, más de 1,9 mil millones de dólares se trasladaron del mercado de bonos del Tesoro de EE. UU. a las stablecoins, lo que equivale a un "voto de desconfianza" de capital global, que se ha dirigido hacia un sistema de liquidación completamente descentralizado.
A continuación, el mercado de criptomonedas podría experimentar tres olas de impacto. Primero, el período de contracción de liquidez antes de la pausa: el índice de volatilidad de las acciones estadounidenses podría dispararse más del 80%, algunos fondos de refugio pueden considerar las stablecoins como activos de transición, y el Bitcoin podría experimentar un aumento de pánico. En segundo lugar, el período de vacío de datos: los datos económicos clave dejan de publicarse, la Reserva Federal se encuentra en una zona ciega de información para tomar decisiones, y los inversores institucionales se ven obligados a referirse a los datos en cadena. Por último, el período de liberación: los datos económicos reemitidos formarán una nueva ola de impacto.
Dicho de manera sencilla, esto no es solo un riesgo político, sino una prueba real para el sistema financiero tradicional ante los activos en cadena.