La crisis energética Irak-Irán ha estallado. Bagdad ha detenido la adquisición de gas natural de Teherán y esta medida está provocando un aumento repentino en los precios globales de la energía. A medida que la volatilidad del complejo de petróleo, gas natural y materias primas aumenta, la incertidumbre macroeconómica también se refleja en el mercado de criptomonedas. Las tensiones geopolíticas están intensificando la presión de la estanflación, lo que podría acelerar la tendencia de los inversores hacia activos alternativos. Las crisis energéticas generan un efecto dominó en la economía; los costos aumentan y la liquidez se estrecha.