El oro, este metal precioso considerado como el activo de cobertura definitiva, ha generado una ola de inversión desde finales de 2024 hasta principios de 2025. Cuando el precio del oro alcanzó en octubre del año pasado un máximo histórico de 4,400 dólares por onza, en el mercado resonaba la misma pregunta: ¿El aumento del oro es solo una moda pasajera o el comienzo de una tendencia a largo plazo?
¿Por qué de repente el precio internacional del oro aceleró su subida?
Para entender la situación actual del mercado del oro, es necesario analizar tres impulsores clave.
Primero, la incertidumbre en las políticas comerciales
La implementación de una nueva ronda de políticas arancelarias cambió directamente las expectativas del mercado. Los cambios frecuentes en las políticas aumentan la demanda de protección de los inversores. La experiencia histórica muestra que, durante periodos de incertidumbre política como la tensión comercial entre EE. UU. y China en 2018, el precio del oro suele experimentar un aumento a corto plazo del 5 al 10%. En el entorno actual, este sentimiento de refugio ha sido un motor importante para impulsar el precio internacional del oro.
En segundo lugar, el ritmo de la política monetaria de la Reserva Federal de EE. UU.
Existe una relación inversa entre las bajadas de tipos de interés de la Fed y el precio del oro — esta es la lógica básica del mercado. La reducción de tipos disminuye la atractividad del dólar y reduce el coste de oportunidad de mantener oro, atrayendo así más capital. Según datos de las herramientas de tasas de interés del CME, la probabilidad de que la Fed reduzca los tipos en diciembre en 25 puntos básicos alcanza el 84.7%.
Las tasas reales (la tasa nominal menos la inflación) son el verdadero indicador que influye en la tendencia del precio del oro. Cuando las tasas reales bajan, la atractividad del oro como activo sin intereses aumenta. Esto también explica por qué, antes y después de cada reunión de la Fed, el precio del oro internacional suele experimentar volatilidad significativa.
En tercer lugar, la compra estratégica de los bancos centrales
Datos de la Asociación Mundial del Oro muestran que en el tercer trimestre de 2025, las compras netas de oro por parte de los bancos centrales alcanzaron las 220 toneladas, un aumento del 28% respecto al trimestre anterior. Aún más relevante, en una encuesta de bancos centrales publicada en junio, el 76% de los bancos encuestados afirmó que aumentará la proporción de oro en sus reservas en los próximos cinco años, mientras que se espera que la participación del dólar en las reservas disminuya. Esta redistribución sistemática de activos proporciona un soporte a largo plazo para el precio del oro.
Factores secundarios que impulsan la tendencia
Además de los impulsores principales mencionados, hay varios factores que refuerzan la tendencia alcista del oro:
El entorno global de alta deuda limita el espacio de maniobra de las políticas monetarias de los países, y los bancos centrales tienden a adoptar posturas más acomodaticias, lo que indirectamente reduce las tasas reales. La duda sobre la posición del dólar como moneda de reserva también lleva a los inversores a volcarse hacia el oro y otros activos refugio. Los riesgos geopolíticos — desde el conflicto entre Rusia y Ucrania hasta la situación en Oriente Medio — elevan aún más la demanda de metales preciosos.
No hay que olvidar que los medios de comunicación y los medios financieros, con sus reportajes recurrentes, generan un efecto de manada, haciendo que una gran cantidad de fondos a corto plazo ingresen sin considerar los riesgos, amplificando las subidas. Sin embargo, hay que tener en cuenta que estas entradas y salidas de capital a corto plazo suelen ser la principal causa de correcciones en los precios.
¿Qué opinan las instituciones sobre el mercado del oro en 2025?
Aunque el precio del oro ha experimentado recientes ajustes y volatilidad, muchas instituciones importantes de Wall Street mantienen una visión optimista sobre su futuro.
El equipo de investigación de commodities de JPMorgan define esta corrección como una “ajuste técnico saludable” y ha elevado su objetivo de precio para el cuarto trimestre de 2026 a 5,055 dólares por onza. Goldman Sachs mantiene su objetivo de 4,900 dólares para finales de 2026, mostrando confianza a largo plazo en el oro pese a un sentimiento algo bajista.
Más audaz aún es Bank of America, cuyos estrategas recientemente afirmaron que el precio del oro podría desafiar los 6,000 dólares el próximo año, lo que representa un potencial de subida de aproximadamente el 35% respecto al precio actual. Aunque estas predicciones contienen optimismo, están fundamentadas en un análisis profundo del entorno económico global y las políticas monetarias.
¿Todavía vale la pena comprar oro en este momento?
No hay una respuesta sencilla de “sí” o “no”, sino que depende de tu perfil de inversión y tu tolerancia al riesgo.
Para los traders a corto plazo, el entorno de volatilidad actual ofrece más oportunidades de operación. El mercado del oro tiene suficiente liquidez y sus movimientos son relativamente predecibles. Si tienes experiencia en trading y capacidad de gestión del riesgo, puedes aprovechar las grandes oscilaciones para hacer operaciones a corto plazo. Pero siempre, primero, prueba con pequeñas cantidades y evita apostar todo de una vez.
Si eres un inversor principiante que quiere participar en el corto plazo, debes prepararte mentalmente. La volatilidad anual del oro alcanza un 19.4%, mucho más que el 14.7% del S&P 500. La historia de comprar en máximos y vender en mínimos se repite a diario en el mercado. Se recomienda usar un calendario económico para conocer con anticipación los datos económicos importantes y apoyar tus decisiones de inversión.
Para comprar oro físico con fines de inversión a largo plazo, debes aceptar que el precio internacional del oro puede experimentar fluctuaciones significativas. La inversión en oro tiene un ciclo muy largo, y puede tomar más de diez años para que su función de protección de valor se refleje plenamente. En ese período, el precio puede duplicarse o retroceder. Además, los costos de transacción del oro físico suelen estar entre el 5% y el 20%, lo cual no es menor.
Para la asignación de oro en tu cartera, puede incluirse sin problema, pero siempre siguiendo el principio de diversificación. Apostar todo en oro no es recomendable, ya que su volatilidad se acerca a la de las acciones.
Una estrategia avanzada para maximizar beneficios consiste en mantener una posición a largo plazo y aprovechar las fluctuaciones a corto plazo para hacer operaciones tácticas, especialmente antes y después de la publicación de datos económicos importantes en EE. UU. Pero esto requiere conocimientos especializados y experiencia en gestión del riesgo.
Puntos clave antes de invertir en oro
El oro tiene una volatilidad anual del 19.4%, casi igual a la de las acciones, por lo que los inversores deben estar preparados para soportar movimientos de precios intensos. Además, su ciclo de inversión es muy largo, y las subidas o bajadas a corto plazo no reflejan su valor real. Un punto especialmente importante es que los costos de transacción del oro físico son relativamente altos, lo que puede erosionar tus ganancias.
Por último, independientemente de la estrategia que elijas, recuerda un principio fundamental: no pongas todos los huevos en la misma cesta. La diversificación es la mejor forma de protegerse contra la incertidumbre del mercado.
El precio internacional del oro actual no es el punto final, pero tampoco el mínimo. Para inversores experimentados, es una época llena de oportunidades; para los principiantes, también es un momento que requiere cautela. Lo importante no es seguir cada subida del oro, sino diseñar un plan de inversión adecuado a tu situación personal.
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Perspectiva de la tendencia del precio internacional del oro en 2025: oportunidades de inversión en oro a partir de la volatilidad
El oro, este metal precioso considerado como el activo de cobertura definitiva, ha generado una ola de inversión desde finales de 2024 hasta principios de 2025. Cuando el precio del oro alcanzó en octubre del año pasado un máximo histórico de 4,400 dólares por onza, en el mercado resonaba la misma pregunta: ¿El aumento del oro es solo una moda pasajera o el comienzo de una tendencia a largo plazo?
¿Por qué de repente el precio internacional del oro aceleró su subida?
Para entender la situación actual del mercado del oro, es necesario analizar tres impulsores clave.
Primero, la incertidumbre en las políticas comerciales
La implementación de una nueva ronda de políticas arancelarias cambió directamente las expectativas del mercado. Los cambios frecuentes en las políticas aumentan la demanda de protección de los inversores. La experiencia histórica muestra que, durante periodos de incertidumbre política como la tensión comercial entre EE. UU. y China en 2018, el precio del oro suele experimentar un aumento a corto plazo del 5 al 10%. En el entorno actual, este sentimiento de refugio ha sido un motor importante para impulsar el precio internacional del oro.
En segundo lugar, el ritmo de la política monetaria de la Reserva Federal de EE. UU.
Existe una relación inversa entre las bajadas de tipos de interés de la Fed y el precio del oro — esta es la lógica básica del mercado. La reducción de tipos disminuye la atractividad del dólar y reduce el coste de oportunidad de mantener oro, atrayendo así más capital. Según datos de las herramientas de tasas de interés del CME, la probabilidad de que la Fed reduzca los tipos en diciembre en 25 puntos básicos alcanza el 84.7%.
Las tasas reales (la tasa nominal menos la inflación) son el verdadero indicador que influye en la tendencia del precio del oro. Cuando las tasas reales bajan, la atractividad del oro como activo sin intereses aumenta. Esto también explica por qué, antes y después de cada reunión de la Fed, el precio del oro internacional suele experimentar volatilidad significativa.
En tercer lugar, la compra estratégica de los bancos centrales
Datos de la Asociación Mundial del Oro muestran que en el tercer trimestre de 2025, las compras netas de oro por parte de los bancos centrales alcanzaron las 220 toneladas, un aumento del 28% respecto al trimestre anterior. Aún más relevante, en una encuesta de bancos centrales publicada en junio, el 76% de los bancos encuestados afirmó que aumentará la proporción de oro en sus reservas en los próximos cinco años, mientras que se espera que la participación del dólar en las reservas disminuya. Esta redistribución sistemática de activos proporciona un soporte a largo plazo para el precio del oro.
Factores secundarios que impulsan la tendencia
Además de los impulsores principales mencionados, hay varios factores que refuerzan la tendencia alcista del oro:
El entorno global de alta deuda limita el espacio de maniobra de las políticas monetarias de los países, y los bancos centrales tienden a adoptar posturas más acomodaticias, lo que indirectamente reduce las tasas reales. La duda sobre la posición del dólar como moneda de reserva también lleva a los inversores a volcarse hacia el oro y otros activos refugio. Los riesgos geopolíticos — desde el conflicto entre Rusia y Ucrania hasta la situación en Oriente Medio — elevan aún más la demanda de metales preciosos.
No hay que olvidar que los medios de comunicación y los medios financieros, con sus reportajes recurrentes, generan un efecto de manada, haciendo que una gran cantidad de fondos a corto plazo ingresen sin considerar los riesgos, amplificando las subidas. Sin embargo, hay que tener en cuenta que estas entradas y salidas de capital a corto plazo suelen ser la principal causa de correcciones en los precios.
¿Qué opinan las instituciones sobre el mercado del oro en 2025?
Aunque el precio del oro ha experimentado recientes ajustes y volatilidad, muchas instituciones importantes de Wall Street mantienen una visión optimista sobre su futuro.
El equipo de investigación de commodities de JPMorgan define esta corrección como una “ajuste técnico saludable” y ha elevado su objetivo de precio para el cuarto trimestre de 2026 a 5,055 dólares por onza. Goldman Sachs mantiene su objetivo de 4,900 dólares para finales de 2026, mostrando confianza a largo plazo en el oro pese a un sentimiento algo bajista.
Más audaz aún es Bank of America, cuyos estrategas recientemente afirmaron que el precio del oro podría desafiar los 6,000 dólares el próximo año, lo que representa un potencial de subida de aproximadamente el 35% respecto al precio actual. Aunque estas predicciones contienen optimismo, están fundamentadas en un análisis profundo del entorno económico global y las políticas monetarias.
¿Todavía vale la pena comprar oro en este momento?
No hay una respuesta sencilla de “sí” o “no”, sino que depende de tu perfil de inversión y tu tolerancia al riesgo.
Para los traders a corto plazo, el entorno de volatilidad actual ofrece más oportunidades de operación. El mercado del oro tiene suficiente liquidez y sus movimientos son relativamente predecibles. Si tienes experiencia en trading y capacidad de gestión del riesgo, puedes aprovechar las grandes oscilaciones para hacer operaciones a corto plazo. Pero siempre, primero, prueba con pequeñas cantidades y evita apostar todo de una vez.
Si eres un inversor principiante que quiere participar en el corto plazo, debes prepararte mentalmente. La volatilidad anual del oro alcanza un 19.4%, mucho más que el 14.7% del S&P 500. La historia de comprar en máximos y vender en mínimos se repite a diario en el mercado. Se recomienda usar un calendario económico para conocer con anticipación los datos económicos importantes y apoyar tus decisiones de inversión.
Para comprar oro físico con fines de inversión a largo plazo, debes aceptar que el precio internacional del oro puede experimentar fluctuaciones significativas. La inversión en oro tiene un ciclo muy largo, y puede tomar más de diez años para que su función de protección de valor se refleje plenamente. En ese período, el precio puede duplicarse o retroceder. Además, los costos de transacción del oro físico suelen estar entre el 5% y el 20%, lo cual no es menor.
Para la asignación de oro en tu cartera, puede incluirse sin problema, pero siempre siguiendo el principio de diversificación. Apostar todo en oro no es recomendable, ya que su volatilidad se acerca a la de las acciones.
Una estrategia avanzada para maximizar beneficios consiste en mantener una posición a largo plazo y aprovechar las fluctuaciones a corto plazo para hacer operaciones tácticas, especialmente antes y después de la publicación de datos económicos importantes en EE. UU. Pero esto requiere conocimientos especializados y experiencia en gestión del riesgo.
Puntos clave antes de invertir en oro
El oro tiene una volatilidad anual del 19.4%, casi igual a la de las acciones, por lo que los inversores deben estar preparados para soportar movimientos de precios intensos. Además, su ciclo de inversión es muy largo, y las subidas o bajadas a corto plazo no reflejan su valor real. Un punto especialmente importante es que los costos de transacción del oro físico son relativamente altos, lo que puede erosionar tus ganancias.
Por último, independientemente de la estrategia que elijas, recuerda un principio fundamental: no pongas todos los huevos en la misma cesta. La diversificación es la mejor forma de protegerse contra la incertidumbre del mercado.
El precio internacional del oro actual no es el punto final, pero tampoco el mínimo. Para inversores experimentados, es una época llena de oportunidades; para los principiantes, también es un momento que requiere cautela. Lo importante no es seguir cada subida del oro, sino diseñar un plan de inversión adecuado a tu situación personal.