Domina el VAN y la TIR: Dos métricas que definen si tu inversión fracasa o triunfa

Imagina que tienes $100,000 para invertir y dos proyectos te prometen ganancias. Ambos suenan bien, pero ¿cuál elegir? Aquí es donde muchos inversores se quedan atrapados: el análisis superficial. La realidad es que el Valor Actual Neto (VAN) y la Tasa Interna de Retorno (TIR) son los únicos jueces confiables para determinar si un proyecto generará verdaderas ganancias o te dejará con pérdidas. El problema: estos indicadores a menudo pueden contradecirse. Un proyecto puede lucir mejor en VAN pero peor en TIR, o viceversa. Comprender ambos es la diferencia entre una decisión informada y un desastre financiero.

¿Por qué el VAN y la TIR son tan importantes para tu decisión de inversión?

La toma de decisiones en inversiones requiere más que intuición. El VAN y la TIR son herramientas fundamentales que permiten a inversores y empresas evaluar si un proyecto tiene potencial real de rentabilidad o si solo es un espejismo de números atractivos.

El VAN responde a la pregunta: ¿Cuánto dinero neto generará realmente mi inversión en términos de valor presente? La TIR, en cambio, contesta: ¿A qué tasa de retorno anual efectivamente crece mi dinero? Son preguntas diferentes que requieren respuestas complementarias.

Descifrando el VAN: la métrica del valor absoluto

El Valor Actual Neto es el enfoque financiero para determinar si una inversión genera más efectivo del que cuesta. En términos prácticos, calcula el valor presente de todos los flujos de efectivo futuros esperados, resta el costo inicial de la inversión, y el resultado indica si el proyecto es viable.

¿Cómo funciona? Se proyectan los ingresos y gastos futuros del proyecto, se selecciona una tasa de descuento (que representa el costo de oportunidad del capital), y se descuentan todos estos flujos al presente. Si el resultado es positivo, la inversión generará ganancias. Si es negativo, probablemente traerá pérdidas.

La fórmula del VAN explicada