En la percepción de muchas personas, la sinceridad y la ingenuidad son lo mismo. La gente no puede reconocer lo que no tiene; algunas personas, al ver sinceridad, desarrollan mecanismos de defensa. Para ellos, tu sinceridad se convierte en algo con segundas intenciones, con un propósito oculto. Las personas sinceras generalmente no tienen una visión jerárquica, no menosprecian a los demás, no se dejan llevar por la arrogancia ni por la humillación, y siguen el principio de respeto e igualdad, por lo que son muy transparentes. Las personas no sinceras suelen ser animales del bosque, creen en la ley del más fuerte, menosprecian a quienes están por debajo de ellos y temen ser menospreciadas por otros, por lo que solo pueden actuar con falsedad y egoísmo.
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En la percepción de muchas personas, la sinceridad y la ingenuidad son lo mismo. La gente no puede reconocer lo que no tiene; algunas personas, al ver sinceridad, desarrollan mecanismos de defensa. Para ellos, tu sinceridad se convierte en algo con segundas intenciones, con un propósito oculto. Las personas sinceras generalmente no tienen una visión jerárquica, no menosprecian a los demás, no se dejan llevar por la arrogancia ni por la humillación, y siguen el principio de respeto e igualdad, por lo que son muy transparentes. Las personas no sinceras suelen ser animales del bosque, creen en la ley del más fuerte, menosprecian a quienes están por debajo de ellos y temen ser menospreciadas por otros, por lo que solo pueden actuar con falsedad y egoísmo.