Un depósito, una receta, pocos testigos. Así es como un imperio avícola protege su activo más valioso: una fórmula de salsa guardada con más seguridad que la mayoría de las personas tienen para sus carteras de criptomonedas. Es fascinante cuando lo piensas: los activos físicos necesitan cajas fuertes y silencio, pero ¿y si hubiera una forma de demostrar la propiedad y la autenticidad sin revelar el secreto en sí? Verificación en blockchain, huellas digitales, registros inmutables... los mismos principios que usamos para asegurar activos digitales podrían revolucionar la forma en que las empresas protegen su propiedad intelectual. Ya sea una salsa legendaria o una creación digital, la pregunta fundamental sigue siendo la misma: ¿cómo verificamos lo que es nuestro sin comprometer el misterio? Ahí es donde reside la verdadera innovación.