Hablando de los obstáculos actuales en el desarrollo de la IA, muchas personas pueden sentir la impotencia de estar siendo monopolizadas por los grandes gigantes tecnológicos. Problemas de privacidad de datos, algoritmos opacos, decisiones centralizadas... Estas dificultades han dado lugar a una nueva idea: ¿es posible utilizar las características de descentralización de la cadena de bloques para reconstruir la infraestructura básica de la IA?

0G (Zero Gravity) nació en este contexto. Este proyecto apunta a la categoría de "IA + blockchain modular", o más precisamente, están construyendo un sistema operativo de inteligencia artificial descentralizado (dAIOS). Suena muy ambicioso, pero en realidad el problema que quieren resolver es muy concreto: hacer que la IA sea transparente y verificable, en lugar de un mecanismo de decisión de caja negra, y finalmente convertir la IA en un verdadero bien público.

La composición del equipo de 0G es bastante internacional. El proyecto fue cofundado por Michael Heinrich y Wu Ming, ambos con antecedentes muy destacados. Michael es CEO y cofundador, nacido en Ucrania, creció en Berlín Este y luego emigró a Estados Unidos, con formación en Stanford. Su trayectoria profesional abarca emprendimientos Web2, capital de riesgo y finanzas tradicionales, habiendo trabajado en Microsoft, Bain, Bridgewater y otras instituciones de primer nivel global. Curiosamente, Michael tiene un gran interés en la cultura china, ha practicado Tai Chi y kung fu Shaolin durante 16 años, y dice que puede sentir la energía del 【Qi】 en movimiento.

El responsable técnico es el Dr. Wu Ming, quien ocupa el cargo de CTO y cofundador, y puede considerarse el cerebro técnico de todo el proyecto. La experiencia de Wu Ming también es impresionante: no solo es fundador de 0G, sino también cofundador y responsable técnico de Conflux, la cadena pública de alto rendimiento. Esta combinación le otorga a 0G un fuerte ADN técnico.

Desde su creación en 2023, el proyecto ha estado operando en torno a una misión central: redefinir la infraestructura básica de la IA mediante la descentralización, para que las aplicaciones de IA en la era Web3 tengan un soporte fundamental real.