Echemos un vistazo a esas olas de riqueza que han sido captadas en las últimas décadas.

Restablecer el examen de ingreso en 1977 fue un punto de inflexión para muchas personas. Inmediatamente después, en 1982, Shenzhen, en ese entonces con políticas recién liberalizadas, estaba llena de yacimientos de oro por explotar.

Llegó la era inmobiliaria, y quienes entraron en Shanghái Pudong en 1993 ahora sonríen con satisfacción. Luego, en 1995, los patios tradicionales de Beijing se convirtieron en un bien muy codiciado; mirando hacia atrás, eso era dinero duro.

En 2001, cuando salió a bolsa Moutai, las personas con visión ya estaban en posición. La misma lógica continuó en 2009, cuando Bitcoin apenas apareció; pocos realmente entendían qué sería. En 2018, cuando surgió la tendencia de los medios de comunicación autónomos, quienes se atrevieron a entrar pudieron compartir esa ola de beneficios. En los últimos dos años, el oro ha alcanzado nuevos máximos en varias ocasiones, y quienes tienen dinero disponible han aprovechado otra ola.

Cada era filtra a las personas con iniciativa. ¿Dónde estará la próxima oportunidad en los próximos diez años? Quizás ya pasaste por ella, o quizás aún estás en camino.