La crisis del café en Vietnam impulsa el aumento de la robusta en medio de una escasez global de suministro

El café robusta subió +2.37% hoy, alcanzando un máximo en 2 semanas, mientras que el arábica ganó +0.57%. La tendencia refleja presiones de oferta convergentes en las principales regiones productoras de café del mundo, con Vietnam y Brasil—donde se origina la mayor parte del suministro mundial—enfrentando vientos en contra distintos.

Las inundaciones en Vietnam crean un shock en la oferta

Vietnam, donde el café robusta se cultiva como cultivo dominante, enfrenta una interrupción crítica en la cosecha. Las fuertes lluvias en la provincia de Dak Lak, la mayor zona productora de café del país, han retrasado las operaciones de recolección, con pronósticos que muestran más lluvias por delante que podrían comprometer la calidad de la cosecha. Este desarrollo ha sorprendido al mercado porque Vietnam es el mayor productor mundial de robusta, representando aproximadamente el 30% del suministro global.

Sin embargo, paradójicamente, la producción general de Vietnam sigue siendo sólida. Las exportaciones de café de enero a octubre de 2025 aumentaron un 13.4% interanual hasta 1.31 millones de toneladas métricas. Para 2025/26, se proyecta que la producción alcance 1.76 millones de toneladas métricas—un máximo en 4 años—si el clima coopera. Esto crea una tensión: las interrupciones de oferta a corto plazo en las zonas de cosecha chocan con las previsiones de producción récord.

Brasil navega entre aranceles y condiciones climáticas

Brasil, donde el café arábica se cultiva predominantemente, presenta un panorama más complejo. El arancel del 40% de la administración Trump sobre las importaciones brasileñas ha aplastado la demanda en EE. UU. Desde agosto hasta octubre, las compras estadounidenses de café brasileño cayeron un 52% interanual a solo 983,970 sacos. Este muro arancelario ha obligado a los importadores estadounidenses a cancelar contratos de café brasileño, reduciendo las ofertas internas y disminuyendo las existencias monitoreadas por ICE a mínimos de 1.75 años.

Sin embargo, Brasil está en posición de producir récords. StoneX pronostica que Brasil producirá 70.7 millones de sacos en 2026/27—un aumento del +29%—con solo arábica alcanzando 47.2 millones de sacos. Mientras tanto, Conab, la agencia oficial de cultivos de Brasil, redujo ligeramente su estimación de producción para 2025 a 55.2 millones de sacos, un descenso del 0.9% respecto a previsiones anteriores. La desconexión revela un mercado atrapado entre fundamentos alcistas de oferta y una demanda bajista por la destrucción de la demanda debido a los aranceles.

Inventarios globales indican un ajuste en marcha

A pesar de las previsiones de aumento en la producción, las métricas inmediatas de oferta muestran restricciones. Las existencias de arábica en ICE cayeron a 396,513 sacos el martes—un mínimo en 1.75 años. Las existencias de robusta bajaron a 5,640 lotes, marcando un mínimo en 4 meses. La Organización Internacional del Café informó que las exportaciones globales para el año de comercialización actual cayeron un 0.3% interanual a 138.658 millones de sacos, indicando que las ganancias de producción no están fluyendo libremente a los mercados.

El USDA proyecta que la producción mundial de café aumentará un 2.5% hasta 178.68 millones de sacos en 2025/26, con el robusta subiendo un 7.9% a 81.658 millones de sacos y el arábica disminuyendo un 1.7% a 97.022 millones de sacos. A pesar de estas ganancias, la reposición de inventarios puede retrasarse respecto a la demanda, manteniendo los precios soportados.

Qué significa esto para los traders

El mercado del café está navegando entre narrativas contradictorias. La producción está aumentando en ambas regiones principales, pero los aranceles están perturbando los flujos comerciales y el clima amenaza las cosechas a corto plazo. El rendimiento superior del robusta hoy indica que la ansiedad por la oferta a corto plazo—particularmente las inundaciones en Vietnam—está prevaleciendo sobre las señales de abundancia a largo plazo.

Para los traders que observan dónde se cultiva el café y cómo se mueven las cadenas de suministro, la conclusión clave es clara: las barreras comerciales geopolíticas y los shocks climáticos localizados están superando las tendencias macro de producción. Mientras las existencias sigan comprimidas y los aranceles distorsionen la demanda, la volatilidad de los precios probablemente persistirá.