AT tokens: cómo sostener la imaginación de un ecosistema a través de mecanismos de distribución

Este es un viejo problema: ¿cómo distribuir una nueva moneda para incentivar a los participantes sin causar una caída abrupta del precio? AT ha dado su propia respuesta.

La cantidad total de AT está limitada a 1.000 millones de tokens, lo cual ya es una señal. Lo siguiente clave es cómo se distribuye: un 25% va al fondo del ecosistema (250 millones), cuyo propósito es sustentar a la comunidad y los proyectos ecológicos; otro 20% para los staking (200 millones), para quienes participen en el mantenimiento del consenso de la red y obtengan beneficios; los inversores también reciben un 20% (200 millones), como recompensa a los primeros apoyos.

¿Y el resto? Un 15% se desbloquea directamente en el mercado público en el TGE (150 millones), el equipo recibe un 10% pero con un bloqueo a largo plazo (100 millones)—este diseño es interesante, para evitar que los fundadores huyan o hagan dumps. La fundación recibe un 5% para operaciones (50 millones), un 3% se reserva para liquidez (30 millones), y finalmente un 2% se destina a marketing (20 millones).

En datos, la circulación inicial será de 230 millones, representando un 23%. Este porcentaje no es especialmente agresivo, proporcionando un inicio relativamente estable para el ecosistema. El TGE está programado para el 24 de octubre de 2025, y el mecanismo de bloqueo del equipo junto con el plan de distribución del fondo ecológico a 48 meses apuntan a un mismo objetivo: extender la línea de tiempo y reducir la presión de venta a corto plazo.

El uso de AT en sí mismo es cuádruple: derechos de gobernanza, beneficios por staking, incentivos para nodos de datos y apoyo a la construcción del ecosistema. Estas cuatro funciones se sostienen mutuamente, formando un ciclo coherente: usas AT para gobernar, lo que te incentiva a hacer staking; al hacer staking, tienes motivación para apoyar nodos y proyectos ecológicos. En teoría, esto puede generar un feedback positivo, aunque la ejecución es clave.

En general, la lógica de este mecanismo de distribución es circular: el fondo incentiva el ecosistema, la prosperidad del ecosistema aumenta la demanda, la demanda eleva el precio, y el aumento del precio atrae más participación. Pero si esto funcionará o no, dependerá del progreso real de los proyectos y del reconocimiento del mercado.