Una persona codiciosa y indisciplinada siempre permanecerá pobre.
Una persona codiciosa y indisciplinada siempre permanecerá pobre porque la riqueza y el éxito requieren más que deseo, requieren control, paciencia y esfuerzo constante.
La codicia empuja a alguien a perseguir ganancias rápidas, asumir riesgos innecesarios e ignorar estrategias a largo plazo, mientras que la falta de disciplina les impide llevar a cabo planes o aprender de los errores. Juntas, estas características crean un ciclo donde se desperdician oportunidades, se acumulan deudas y el progreso se estanca.
El verdadero creci
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